Para que una foto sea considerada Fine Art se le tiene que dar ese valor: por el tema que utiliza, la composición, el momento único, la historia, etc. Así como también, por la seriación de la foto (si se hace 1 copia o 200, cambia mucho el valor) y el método de reproducción que se utilice ya que debe garantizar que la obra vaya a perdurar en el tiempo y no se degrade rápidamente.